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El modelo de Casa Santa Elena inspira en la I Jornada de Turismo Sostenible del Baix Empordà

Casa Santa Elena ha sido expuesta a través de una ponencia de su directora, Raquel Gonzaga, como modelo inspirador en la I Jornada de Turisme Sostenible del Baix Empordà, celebrada el pasado 3 de diciembre en el Parador d’Aiguablava, en Begur, Girona.

En su charla, con el título «La conceptualización global de la sostenibilidad en un alojamiento turístico: el caso de Casa Santa Elena», Raquel Gonzaga, diplomada en empresariales y MBA por la Universitat de Girona, con larga experiencia en el sector turístico y compromiso medioambiental, y ocho años en la dirección del establecimiento, detalló cómo es aquí el respeto por el entorno.

El complejo está configurado por 5.000 metros cuadrados construidos en seis hectáreas en el macizo de les Gavarres, en Santa Cristina d’Aro, en una zona natural, precisó, cuyas características invitan a la responsabilidad asumida de cuidarla. Casa Santa Elena es un espacio de calma, tal y como la definió; accesible, cómodo y comprometido con este ecosistema, y destinado a diferentes tipos de encuentros, jornadas o retiros de espiritualidad. Para ello, dispone de cinco salas de reuniones, dos comedores y diferentes otras zonas comunes, que se suman a las 82 habitaciones, individuales, dobles y adaptadas, todas ellas con vistas al jardín, para una estancia destinada a desconectar.

Las acciones dirigidas a disminuir la huella de carbono se suman a los valores con los que se rige el establecimiento, a partir de la entidad a la cual pertenece, el Instituto de Religiosas de San José de Gerona, y desde principios de sostenibilidad medioambiental y social. Figuran como marcos los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas), siguiendo el modelo de una economía circular y el propósito de conservar el capital natural y regenerar, optimizando todos los recursos. La esencia religiosa del Instituto al cual pertenece la Casa, por otro lado, marca la hoja de ruta a partir de los Objetivos Laudato Si’, de la encíclica del Papa.

Más allá del reciclaje y la utilización de materiales no contaminantes, Casa Santa Elena destaca por la reducción de residuos y emisiones. Su Proyecto de Ecología Integral se basa en diferentes líneas estratégicas: gestión del agua y energía, consumo responsable, fomento de la economía local, con compras de proximidad, y reducción de residuos, así como consecución de certificaciones o comunicación destinada a la sensibilización de estos objetivos.

De esta forma, destaca el manual que identifica a los proveedores locales o la utilización de materiales biodegradables en lugar de plástico. Se utilizan productos de limpieza sin contaminantes, que reducen también el consumo de agua, mientras que el cambio de ropa de cama y toallas se efectúa con una frecuencia de tiempo más ecológica.

Una auditoría en sostenibilidad, focalizada primero en temas urgentes, como los energéticos, ha guiado pasos importantes para la descarbonización, explicaba Raquel Gonzaga. Destaca la sustitución del gasoil para la climatización de toda la Casa por la instalación de un campo de captación geotérmica, aprovechando la energía del subsuelo, que se suma a 242 placas fotovoltaicas, capaces de generar 100.000 kw de energía solar.

Casa Santa Elena potabiliza su propia agua, extraída mediante pozos, y que se ofrece de forma gratuita a los huéspedes, consiguiendo además la reducción de envases. Es fruto de una auditoría posterior centrada también en temas hídricos, que ha marcado distintas acciones, como la regeneración de agua destinada a su vegetación autóctona, con menos necesidades de riego, y configurando un refugio de seis hectáreas de flora y fauna. Se añade a la reducción de caudales de los grifos y sanitarios o al servicio de lavandería eficiente energéticamente.

Movidos por la sostenibilidad social, por otro lado, Casa Santa Elena es totalmente accesible para personas con diversidad funcional, diversidad visual o auditiva, con todo tipo de medidas y un equipo humano formado y preparado para ofrecer una información inclusiva.

Por último, en su intervención, la directora se refirió a la necesidad también de velar por el bienestar de las personas del equipo de profesionales y al requisito que esto es para poder cuidar y ofrecer una atención destinada a este fin. Se lleva a cabo con acciones destinadas a los empleados, que hacen de Casa Santa Elena una «empresa emocionalmente saludable», fiel al sello que la acredita como tal.

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